Los videojuegos son una forma de arte tan popular, que en los
últimos años han conseguido recaudaciones comparables con aquellas de la industria
cinematográfica. Con títulos tan variados que van del increíble fotorrealismo a los juegos educativos y
entrenadores virtuales, su público ha crecido más de lo esperado y ha llegado a
atraer a personas de todas las edades. Pero en sus comienzos, estas creaciones
estaban lejos de ser consideradas dignas de ser expuestas en un museo.Antes de
la aparición del 3d, los videojuegos se componían de mapas de bits, que eran
generalmente creados por artistas, píxel a píxel. Esta forma de arte es conocida
como Pixel art, y ha sabido mantener su popularidad aun en la era de
la tercera dimensión,
dada la creciente capacidad de los ordenadores y consolas, que permiten bitmaps
muy complejos y de colores variados e intensos. Pero incluso en los años 80,
cuando los recursos tecnológicos eran extremadamente limitados, los genios del diseño han creado personajes cuya popularidad ha
trascendido a pesar de estar formados por píxeles; es el caso de Mario, Donkey
Kong, Link, de la saga The Legend of Zelda, o Snake, de Metal Gear.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario